Respecto a la donación, Macarena expresa que “quiero agradecer al señor Andrónico Luksic y a la Fundación Te Apoyamos, porque la máquina de escribir ha sido un gran apoyo para mí. Antes, tenía que escribir con una regleta a mano, lo que era bastante cansador. Ahora el proceso es mucho más rápido y cómodo”.

La joven vive con su madre, Paola Zúñiga, a quien considera su “pilar fundamental”. Juntas, forman un equipo a la hora de estudiar. “Ella me lee los textos y yo los voy transcribiendo en la máquina”, relata Macarena. Con este método ha transcrito libros de todo tipo, no solo para su universidad, ya que es “muy difícil conseguir libros en braille”.

Macarena confiesa que aparte de servirle en sus estudios, la máquina también ha potenciado su creatividad. “Soy una persona que me encanta mucho escribir. Incluso, he aprovechado la máquina para escribir canciones y poemas”. Aparte de su carrera, la joven sueña con “seguir escribiendo y algún día ser escritora. La música es algo que también me apasiona y me encantaría ser guitarrista”.

Para alcanzar cada uno de sus sueños, Macarena destaca que cuenta con el apoyo esencial de su familia. Asimismo, agrega con convicción que “la ceguera no es un limitante, es solo una patología. Agradezco a mi familia y, en particular, a mi mamá, quienes me han brindado las herramientas necesarias para superar cualquier desafío y seguir avanzando”.